Mucho se ha dicho sobre la importancia de la música para estimular el cerebro y el aprendizaje, pero más allá de los beneficios que ésta aporta, está la posibilidad de disfrutar de ella por placer, jugar con los sonidos, dejar que atraviesen el cuerpo y éste se empiece a mover.
La música permite a los niños divertirse con un nuevo mundo sonoro que descubren cada día, mover sus pies, manos y cabeza, desplazarse por el espacio, girar, caerse, agacharse, estirarse al ritmo de las melodías. Allí jugando, descubren el silencio, el ruido, el sonido, el ritmo.
Algunas teorías sobre el Efecto Mozart se hicieron muy famosas hace unos años, pero en realidad no es necesario que el niño sólo escuche música clásica y tampoco es relevante buscar resultados con esto. Es importante que el niño escuche todo tipo de música, rondas infantiles de diferentes lugares del mundo, música instrumental, clásica, opera, tradicional folclórica, música que lo invite a realizar movimientos.
A partir de este ejercicio de escuchar diferentes sonidos, iremos descubriendo cuales son agradables para los niños y cuales no, así también les permitiremos ir identificando su identidad sonora.
Aquí les dejamos algunos grupos y álbumes recomendados para que los busquen en internet y disfruten en familia o en el jardín: Ruidos y Ruiditos de Judith Akoschky, Un bosque Encantado, Pim Pau, Magdalena Fleitas, Duo Karma, Babies Go, African nursery rhymes, Canticuentos, Cantoalegre, Barbatuques, Native American Lullababies, Carnaval de los animales de Camille Saint Saens, Call of the jungle birds de Tito Puente, Juegos, Cantos y Rondas de Martina Camargo,Bobby McFerrin y toda la música tradicional colombiana que pueden encontrar en el portal Maguared, entre otros.
Los invitamos a compartir en los comentarios composiciones musicales que hayan descubierto con sus hijos y que sean de su agrado.
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